Tras la vuelta de mi viaje a China, un país del que en realidad poco he podido ver pero del que mucho he aprendido, no podía dejar pasar más días sin escribir sobre ello. En realidad quiero que varios sean los post sobre esta aventura – espero no aburrir – porque me gustaría dejar plasmado parte de lo que he vivido o visto allí.
China rompió mis esquemas. El cambio cultural entre este país y el nuestro es tan grande que todo llama la atención. Durante esos días estuve conviviendo entre ellos, siendo una más y me fue imposible (como a cualquiera que viaje allí, supongo) no percibir grandes diferencias entre nosotros, cosas que chocan con nuestra forma de ver la vida. No somos ni mejores ni peores, simplemente diferentes.
Ahí van diez cosas que he aprendido sobre los chinos.
- Los chinos escupen. Escupen sin parar. Con gargajo además. Arrancan desde lo más profundo de su pecho y no dudan en escupirlo a tus pies o delante de ti si te cruzas por el camino. En la calle, en los hoteles, en las tiendas, de día, de noche o al terminar de comer. Non stop. No importa si es un hombre mayor o una adolescente, el escupir está a la orden del día y uno tiene que vivir con ello. Creo que es lo único que llevé un poco regular en todo el viaje.
- Los baños. Se que hay baños así en todas partes del mundo, de hecho en la misma Italia yo ya había visto uno y en España no hace tanto tiempo dicen que también eran así. Pero ésto no quita que me llame la atención el que sus baños sean un agujero en el suelo. Si quieres hacer tus cosas te tienes que agachar, mucho. Al principio me parecía hasta complicado ir al baño, pero cuando vi a una anciana con bastón hacerlo pensé «Si ella puede podemos todos». Y a todo se acostumbra uno, vaya.
- No les da vergüenza ir al baño con la puerta abierta. Por este motivo vi a una anciana con bastón haciendo sus necesidades. En China he visto más cosas de las que me gustaría, y una de ellas es ésta. Al menos, en el lugar donde más horas pasé (y ¡ojo! era un buen sitio), vi a varias mujeres hacerlo todo ahí delante de mí con la puerta abierta mientras yo hacía cola e intentaba mirar a otra parte. ¡Que felicidad!
- Por lo general no beben nada mientras comen. Y comen con picante. Para mí eso era una combinación explosiva. Me resultó curioso que nunca pedían nada de beber y cuando yo les decía que por favor me pidieran algo se sorprendían (¿Ves? Cada uno se sorprende de una cosa. Es lo maravilloso de la variedad cultural). Como curiosidad, un día que estábamos comiendo y yo ya no aguantaba más sin beber nada, les pregunté si podían pedirme agua ¿Resultado? Me trajeron una tetera llena de agua hirviendo. A partir de ese día llevaba una botella de agua conmigo siempre. 😉
- La forma de vestir me llamó especialmente la atención. Tanto gente de alto como medio poder adquisitivo iban vestidos más o menos igual. Me costaba reconocer a la gente por su dinero porque la gran mayoría de personas que he visto tenían algo en común: en mi humilde opinión no son muy estilosos, combinan la ropa de aquella manera y en varias ocasiones algunos parece que van en pijama. Por supuesto estoy generalizando, pero he visto mucha gente de a pie y muchos encajan en esta descripción. De hecho, conocí a una mujer adinerada que vestía con un pantalón de chándal amarillo limón, una chaqueta de chándal azul celeste, una camiseta blanca ajustadísima, como complemento un bolso de marca plateado y de calzado unas zapatillas de deporte blancas tipo ochenteras con plataforma. Un cuadro.
- Duermen con mascarillas faciales. Esto no lo tengo corroborado al 100%, pero me lo contó una buena amiga que hice allí y la creí. Dijo que para cuidarse el cutis (todas lo tienen tan blanco, tan liso, tan perfecto) tanto hombres como mujeres se ponen por las noches unas mascarillas de papel (véase esta foto) que tienen propiedades hidratantes, nutritivas… No se si todo el mundo lo hace, lo que sí se es que una noche de vuelta al hotel me encontré a una chica en pijama por el pasillo con una de ellas puestas y que susto me llevé. 😀
- La conducción. Se que los que hayan visitado la India me dirán que lo que ocurre en China no es nada, pero cada vez que iba en coche (cuatro veces al día) pasaba terror. No se respeta ni el paso de peatones, ni a los peatones en sí, ni si viene uno por la derecha, ni si viene otro por el otro lado… nada. Aunque hagan caso a los semáforos conducen arramblando, en plan «sálvese quien pueda». Pero es fascinante, no vi un sólo accidente y no tuvimos ni un sólo roce con ningún coche pese a múltiples oportunidades de que así ocurriera (aunque estuvimos a un milímetro de llevarnos un motorista por delante y a mi casi me dio algo de ver al tío pegado en mi ventanilla gritando). ¡Creo que son unos cracks al volante después de todo!
- El olor. No he olido a nadie que huela a colonia o desodorante. Hasta aquí bien, teniendo en cuenta que en España y resto del mundo mucha gente usa perfume para enmascarar la falta de jabón… Y no puedo decir que me haya encontrado con alguien que huela a muchos días sin pasar por agua porque estaría mintiendo… pero tienen un olor peculiar. Huelen todos más o menos igual, así como a un regusto de la comida que comen, como un poco a cerrado. No puedo definirlo bien, pero sería el equivalente a como hueles tu después de salir de comer de tu casa o de un restaurante que ha soltado mucho humo mientras se cocinaba. Si alguien ha estado en China creo que me puede entender. No es mal olor, pero es sin duda diferente, peculiar.
- Las tarjetas de visita, el cambio al pagar… lo dan con las dos manos y lo recogen con ambas también. Es un gesto de cortesía y aunque de esto ya me enteré tarde, me parece correcto que si tú viajas al país, procures hacerlo así, como muestra de respeto.
- Son muy amables. Son gritones (bueno, qué puedo decir yo que soy española ;P) pero son personas amables y agradecidas, las cosas como son. O al menos, a mi personalmente, me han tratado muy bien y he estado muy cómoda entre ellos, sintiéndome una más. ¡Un minipunto para el equipo asiático!
Y estas son algunas de las cosas más destacable de nuestros amigos de ojos rasgados.
Hay que tener en cuenta que todo ésto son ideas que he traído sobre mi estancia allí. Ni es tiempo suficiente para conocerlos bien, ni he podido aprender tanto como me gustaría, pero conviví con más de quince chinos durante esos días y fue inevitable traerme de vuelta una imagen de ellos. También hay que decir que todos los chinos que conocí eran de la zona de Beijing. Imagino que siendo un país tan grande las costumbres variaran de unas ciudades a otras. Cada uno tendrá lo suyo, como en todas partes 🙂
Y para terminar, me parece importante resaltar que todas estas cosas llaman la atención desde mi punto de vista, como occidental. Por ejemplo, cuando dejo caer que son «marranetes» me gusta puntualizar que esto es desde mi punto de vista, según nuestra educación. Posiblemente para ellos escupir no es un acto que defina su personalidad como más o menos educada, es simplemente una costumbre y por ello hay que respetarla. Lo maravilloso de conocer otras culturas es que te das cuenta de que nada es mejor ni peor, simplemente diferente. ¿No es eso genial?
Y tú, ¿has estado alguna vez en China?
¿Tienes alguna curiosidad que contar?
Si es así espero que me lo cuentes, y también espero que te haya gustado el post tanto como a mi recordar muchas de las cosas que viví allí.
🙂
9 Comments
Lo de recoger y devolver el dinero con las dos manos pasa igual en Japón =). Creo que eso y lo de los baños de agujero del suelo es lo único de esta descripción tuya que coincide con lo que me quedé de Japón. Porque éstos beben mucho té o cerveza mientras comen, por ejemplo. Y no son nada ruidosos ni conducen como locos, todo lo contrario jaja.
Qué guay. Me encanta haberte leído. Me he sentido un poquito en el otro lado del mundo =).
Muak.
Después de haber ido a clase con chinos y japoneses tengo claro que se diferencian muchísimo. En mi opinión, los japoneses son super elegantes tanto vistiendo como en los modales.
Gracias por pasarte 😀 :*
Post genial!!
¡Muchísimas gracias!
¡Me hace mucha ilusión leer tu comentario!
Las mascarillas esas las venden (o vendían) en Muji. Van en formato «pastilla» para que las sumerjas en el producto que tú quieras y lo absorban, luego se hinchan, las desenrollas y a la cara.
Muji es una empresa japonesa si no recuerdo mal. Aquí (bueno en China) no lo tengo 100% claro, pero creo que ya van preparadas con todo en el sobrecito. De hecho una amiga que hice allí me regaló tres (pero sólo es para zona de ojos) y ya va así tal cual.
Me he quedado flipando que la primera fuera la de escupir xDDD Lo veo más como algo occidental y parece que todo lo contrario.
Juas, lo de los baños es muy fuerte jajaja yo he visto baños con el agujero así tal cual, pero lo de sin puerta no por favor T_T Ya bastante incómodo es ir al baño fuera de casa como para que encima sin puerta xD
Yo hace ya tiempo que no bebo mientras como así que con eso no tendría problema.
Y lo de la ropa a mí me mola xDD aunque el hecho de que sea tan semejante el estilo de la gente no.
En Italia ya van más locos con el coche que aquí, o al menos lo que yo he visto, pues por lo que cuentas tela… Yo me habría acojonado también.
Curioso lo del olor xD
No he ido nunca no pero me llama más la atención Japón para visitar.
Me alegro de que el viaje fuese bien ^_^
Reconozco que a mi también me ha tirado más siempre Japón pero desde que estuve allí tengo clarísimo que quiero volver y conocer el país en la medida de lo posible.
¡Gracias por pasarte y comentar y por compartir bonica!
[…] No mentiré si digo que uno de los post más populares de mi blog es aquel que escribí tras mi primer viaje a China en octubre de 2015, llamado “Diez curiosidades sobre los chinos”. […]